“Si lo vas a ver piensas varias veces antes de ponerte algo así que descartas las siguientes opciones. Que quedas muy producida, que quedas muy santa, que se nota que quieres que te mire, que ni siquiera se dará cuenta tu existencia. Hablas años con tus amigas sobre cada tontera que te dijo por Facebook o Msn. Tienes pánico porque se va de vacaciones con sus amigos y sabes que hará cosas que no deseas que haga. Si comienza a estar con otra chica, esa flaca instantáneamente se convierte en “la hija de puta esa” y variados insultos. Todo lo que él haga para vos va a estar absolutamente bien, incluyendo cuando no te contesta los mensajes o no se conecta te planteas diferentes motivos irreales por los cuales no lo hizo, justificándolo erróneamente, diciendo por ejemplo “seguro se le corto Internet” o demás tonteras así. Situación: Foto de él en Facebook con una chica, la cual pasará a ser inmediatamente un gato adjetivado por vos, y la mujer con más visitas en su perfil porque se lo vas a revisar de punta a punta, eso sí, si está en una relación con otro instantáneamente tu alma vuelve a tu cuerpo. Amas ponerlo celoso. Abrazas a un amigo que está a su lado, pero él nisiquiera lo nota. Pones nicks, subnicks, estados de Facebook, Tweets, pie de fotos, o lo que sea con otras iniciales imaginarias tan sólo para que el revise tu perfil con celos. ¿Y que sucede? Imagínate, ya no duerme tranquilo pff. Sus amigas siempre te provocan odio. Tienes esperanzas de que sus estados sean indirectas para vos. Te obsesionas con revistar su perfil y buscar los me gusta, similitudes con vos o con otras y comentarios. Te digo algo: No sos la única, pero esto tiene un nombre: Ser mujer. Obsesionadas, locas, bipolares, vengativas, despechadas en muchos casos, inteligentes, enamoradizas y en fin únicas.”
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