“Vivimos en un circo de emociones. Payasos, trapecistas, domadores, malabaristas, que hacen lo imposible por, al menos, intentar que se les deje vivir en paz. Sin duda nos ganamos todo con el esfuerzo que nos supone mantener la vida pendiente de un hilo, hacer reír cuando lo que necesitamos es llorar, engañando a nuestro interior para no entrar en una crisis personal, envuelta en papel de cronicidad. Domadores de contrariedades que nos abordan, que nos tienen encerrados en una limitada jaula, a expensas de quienes nos concedan buena carnaza, la acercada por la mano compañera, compresiva, que quiera y sepa escucharnos, que relaje nuestro encarcelamiento emocional. Una nariz, como elemento en un disfraz de payaso, nos protegerá de los golpes que a diario sufrimos por una sociedad que no se quiere ajustar a nuestras necesidades, por un entorno al que hemos de mostrar nuestra mejor sonrisa para que no nos deje en el más absoluto vacío solitario. Subidos al trapecio de la vida nos acercamos al riesgo que conlleva simplemente vivir, de aceptar las dificultades como alfiler prendido al traje de payaso, o de mimo, el que protege nuestros sentimientos; el de malabarista, o de trapecista, el que llevamos desde que amanece el día hasta que la noche se acerca al sueño. En este caso, no somos espectadores pasivos que han de mirar tal espectáculo, somos participantes del circo de la vida, aquél al que hemos de dedicar nuestros mejores logros. Sabemos que leones los hay a nuestro alrededor, y no solo enjaulados, sino los que andan a su antojo obstaculizando nuestro paso por la complicada entrada de la puerta de la existencia. Intentando ser buenos domadores vitales, logrando amansar a la fiera de los miedos, subidos a la cuerda de las dificultades, y sin mirar hacia abajo, el abismo que pudiera traernos mayores contrariedades, colocándonos una nariz de payaso, sabiendo reír con la luz con la que sonríe nuestro interior, y equilibrando las dificultades con las emociones, como buenos malabaristas que somos, conseguiremos disfrutar de “El mayor espectáculo del mundo”.
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