Y no te asustes si me río como una loca. ▲

“Ya no eres tú, tú a mi no me entiendes, el tiempo cambia, las personas mienten. Y yo ya no te creo, estás diferente y no soy yo,  dices que tú tampoco ¿Será el presente? Todo vino de repente, así que ni me lo creía, lo digo seriamente, dime de mi qué sería si te fueras, si pudieras sentir lo que siento dentro de este cuerpo que parece de cemento. Sé que soy una entre cientas tan sólo, y te juro que puedo darte todo de algún modo, lo aseguro. Y siento que para ti no es duro, y mentiría si te miraría a los ojos y te diría que me arrepiento. No es justo, explícame que pasa por favor. No eres tú, entonces ¿De quién coño es el error? Jamás entenderás como me siento en este instante, quizás si estuvieras en mi lugar sería diferente. Estás distante, y si soy importante para ti solo pido explicaciones, aunque no la debería pedir. Serás mi bendición, mi perdición y tus rayadas, podrían terminar por destrozar un cuento de hadas. Ya nada es igual, me cuesta olvidar, soy yo la que está mal, no eres tú quien llora desconsolada y he borrado los recuerdos que me dabas cuando estabas a mi lado. No eres tú quien está media tirada en el suelo, sin consuelo en un duelo con el ego destrozado. No eres tú quien tiene pesadillas todos los días y llora en agonía soñando lo que tenía. No eres tú quien falló y cumple condena, no eres tú el que está así soy yo. ¿Sabéis cual es la diferencia? Que yo me quiero suicidar. Él me quiere olvidar y me hiere su indiferencia, se me agota la paciencia, no puedo esperarte más. Es el arte de olvidarte porque nunca volverás. Me das dolor y sufrimiento sin sabor a abatimiento, yo le cuento lo que siento y el tormento es un horror por un error ahora el viento ya no sopla igual de lento y si miento es el lamento del tiempo sin nuestro amor. Con el frío de aquél mensaje congelé la relación, de la tarta se apagaron las velas de la pasión, un latido y el corazón herido de ese amor fingido, he bebido y he vivido y no olvido mi dolor. Las plumas de mis alas arrancadas me recuerdan que fui yo quien saltó y tú fuiste quien ato al cuello la cuerda. Ya no respiro y si lo hago, el humo de cenizas que volaron de un soplido; ahora no pido que regreses y me beses sin sentido. Peor que pesadillas y no poder despertar es estar despierta en vida sin nada en lo que soñar. Ya nada es igual, me cuesta olvidar, soy yo la que está mal, no eres tú quien llora desconsolada y he borrado los recuerdos que me dabas cuando estabas a mi lado. No eres tú quien está media tirada en el suelo, sin consuelo en un duelo con el ego destrozado. No eres tú quien tiene pesadillas todos los días y llora en agonía soñando lo que tenía. No eres tú quien falló y cumple condena, no eres tú el que está así soy yo.  Y es que olvidar no es nada fácil, perdonar tampoco, el corazón es frágil tantísimo que el mío está roto. Tan buena que parezco tonta, soy una imbecil, noto que pronto tan solo te reconoceré en fotos.”