2012 ©Takingoutmyfreak. By: Antonella Bianchi.


“Me digo a mí misma que debo parar esta pesadilla. Este juego de daños, rencor y venganza ya no es divertido. Debo ponerle un fin a toda esta locura. Pero resulta irónico ¿No lo crees? Es sarcástico que algo que empezó tan bien, algo que me brindaba tanta felicidad, haya finalizado en esta mierda en la que hoy me encuentro parada. Y yo solamente tengo una pregunta. ¿Eres tú aquél chico que conmigo estuvo un día? Mi cabeza se llena de dudas, de preguntas que de a poco me conducen a la locura a la que tú mismo me llevaste. Tú, tu ego, tu orgullo y tu mal genio. En mi mente retumban estas preguntas, se reproducen como un disco rallado… ¿Aquella persona que me demostraste ser, eras tú realmente o era únicamente una máscara que pusiste para lograr acercarte a mí? ¿En verdad me querías o tan sólo todo era un juego? En caso de que haya sido todo pura ficción… ¿Cómo soportaste fingir ser diferente a lo que verdaderamente eres por tantos días? En aquellos tiempos, eras todo lo que yo necesitaba para que se dibuje una sonrisa en mi rostro. Eras el motivo de mi alegría. Eras todo lo que había esperado por tanto tiempo. Supuse que tú eras el llamado “verdadero y primer amor.” Y ahora lo único que veo en ti es basura y vanidad. Parece que el verme sufrir, significa para ti la medida de cuanto te quiero. ¿Pero sabes qué? Soy mucho más de lo que tú crees, valgo más que todo este juego sin sentido, y merezco más de lo que me diste o creíste darme. Cuando estés destruido y te des cuenta de lo que perdiste por juguetear tanto, yo ya voy a estar a años luz de lo que fuimos. Gracias a Dios, logré darme cuenta a tiempo que no vales la pena, ni tú, ni todo esto por lo que me hiciste pasar.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si queres, dejá un comentario y contame que te pareció la entrada. ▲

Tiny Hand