Y no te asustes si me río como una loca. ▲

“Que no me digan que me calme, ni que espere, que exploto con la facilidad de una bomba y que la paciencia nunca la he tenido. Que no te preocupes, que no eres el primero, que detrás de ti hay veinte dispuestos a hacer el doble de lo que tú hiciste. Que no voy a limitarme a la rutina, voy a ser la más adicta de cada uno de mis vicios, así me hagan daño, de todas maneras tú hiciste lo mismo. Que sonreiré tanto, así me salgan arrugas y que mí día a día se basara en mí. Que me pondré los tacones más altos que encuentre y que como nunca me he atenido a las consecuencias, pues tampoco me llevare unas manoletinas en el bolso. Querré a los que me quieran e ignoraré a los que me odien. Que me pienso comer todo el chocolate del mundo, que un centímetro de más no me va a importar. (Que ya no seré la tonta princesa a la que un capullo le soplé su castillo de naipes, por que ahora la mala voy a ser yo, así que no te pongas en mi camino si no quieres una manzana envenenada, y por el príncipe ni te preocupes, que ya me lo habré llevado muy lejos de ti.) Que ni segundo plato, ni hostias, por que si eso voy a ser para ti, para mi, tú no serás ni un postre. Que gritare en muchas ocasiones de la vida, que hasta a veces me volveré soberbia, y que me fumare todos los problemas y me reiré de todo, tendré bajones remediados con tequila, y muchísimos más subidones a causa del vodka. Que me tropezaré con la misma piedra cien mil veces y no pararé nunca de hacerlo hasta que no le de una patada y la mande a la mierda. Que a veces me siento genial y que a veces sólo quiero escupir al espejo, que odiaré el lunes por el resto de mi vida y que adoraré el sábado siempre. Que me valore bien el que me tiene y el que no supo hacerlo que se joda, que las segundas partes nunca suelen funcionar, aunque dicen la excepción hace la regla. (Pero ten en cuenta que si conmigo la cagaste una vez ni te creas que te voy a dar la oportunidad de hacerlo una segunda.)”