“Sí, tienes razón… Me dislocas, me mueves, me paralizas. Me estrujas mi órgano más vital, y haces que sea la jodida reina de las ruinas. Vale, lo admito… Pero esto se me viene demasiado grande ¿Sabes? Y a mi nunca me han enseñado a vivir con algo que me queda tres tallas de más. Por eso improviso, y por eso echo por tierra todo lo que digo, porque tengo miedo a estar destinada al fracaso… Siempre me enseñaron a estar callada, porque siempre serás esclava de tus palabras, pero dueña de tus silencios. Por eso me callo y te sonrío, y ya está… Porque las mejores cosas no se dicen, pero ya estoy harta de eso de que se siente pero no se dice, y se mira pero no se toca. Es que por tu culpa…. Por tu culpa, se me han ido a la mierda mis “Yo nunca”, mis “Yo qué va” y mis “Yo siempre”. #Y es que se me hace tan sencillo quererte que me jode.# Y ya sé que ningún proyecto de vida con éxito ha salido de un plan con sentido, pero quiero que sepas una cosa, yo siempre, siempre, siempre… estuve dispuesta a todo, hasta que te conocí.”
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