2012 ©Takingoutmyfreak. By: Antonella Bianchi.

“Tanto verso, tanta charla, tanto forro.
Tantas ratas, tanta mierda dando vuelta.
Tanta gente que me caga y después toca la puerta.
Mucho hablan, nadie escucha.
Nuevos grupos, nuevas truchas.
Tranquilas, yo no me río, su serrucho en el piso no me asusta.
Hablan por la espalda, te saludan sonrientes.
Cuando vas a hablarles de frente no te miran, ni te mienten.”

Realmente la gente como ustedes me resulta patética. Siempre hablando mal del resto, siempre criticando, siempre juzgando, pero ojo, nunca en la cara de las personas. No soporto las mentiras, el egoísmo, ni la hipocresía, mucho menos las personas que me tratan de falsa a mí cuando ellas te saludan, te sonríen, te abrazan y después no hacen otra cosa que hablar mal de vos. Detesto a la gente que ríe cuando lloro, que disfrutan de cada uno de mis momentos de tristeza. ¿Tan lacra van a ser? Soy humana, y es verdad, puede que tenga miles de defectos, pero como dice la frase, antes de señalarme a mí, asegúrate de que tus manos estén limpias. No aguanto que algunas personas que me conocen solamente hace un par de meses, vengan a opinar sobre mi forma de ser, y a buscarme todos los defectos. Podes juzgar algunos de mis actos, pero no podes definir quien soy, porque no lo sabes de verdad. Así que antes de criticar al otro ¿Por qué no te encargas en conocerlo realmente? Lo único que me deja más tranquila es saber que todo, absolutamente todo en la vida vuelve. Así que sigan diciendo lo que quieran sobre mí, porque de todas maneras, no van a conseguir borrar mi sonrisa. Sigan hablándoles mal a las personas de mí, porque de alguna forma u otra, las verdades siempre salen a flote, y las mentiras tienen patas cortas. Sigan, ustedes sigan, que lo único que consiguen es que día a día, yo me vuelva más fuerte.  



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